Nuevos daños en un yacimiento arqueológico. Cuando aún nadie sabe quién fue el responsable de los desperfectos en el antiguo muelle romano, descubiertos el enero, que fueron cubiertos de tierra, los técnicos han vuelto a detectar otra actuación para desenterrarlos.
E.DE GEA
De la misma manera que el yacimiento arqueológico del muelle del viejo cargador de sal, situado en el término municipal de Guardamar, lindando con el de Torrevieja, apareció cubierto con arenas y piedras el pasado mes de enero, sin que ninguna administración se identificase como la autora de las obras, ahora, ocurre lo mismo y unos "trabajos" han restablecido el lugar histórico a su estado original. Todo un misterio sin resolver hasta el momento o bien un manifiesto silencio para intentar evitar responsabilidades. Los restos arqueológicos, que fueron primero enterrados y después desenterrados, tienen una cronología que abarca desde el siglo I Antes de Cristo, en época romana, hasta el siglo XIX.
El Ayuntamiento de Guardamar abrió a comienzos de año, una vez comprobada la actuación "anónima", un expediente sancionador al tratarse de una obra sin licencia y por afectar a restos antiguos incluidos en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos y, al mismo tiempo, estar declarados como un Bien de Relevancia Local por la Conselleria de Cultura y Patrimonio. La actuación afectó también a restos históricos situados en el término municipal de Torrevieja, en ambos casos dentro de la zona de dominio público marítimo terrestre.
También se denunció los hechos ante la Consellería de Cultura, ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y al Servicio Provincial de Costas. La zona fue cubierta por tierras y por grandes piedras colocadas en forma de escollera, algunas de las cuales todavía permanecen, para proteger el canal de la laguna de La Mata contra los temporales. Si en un principio se sospechó que los trabajos habían sido ejecutados por el Ayuntamiento de Torrevieja, que negaron desde el principio cualquier tipo de actuación en el lugar, ahora todos los indicios apuntan al Servicio Provincial de Costas, según fuentes consultadas por este diario. Este medio no obtuvo ayer respuesta de Costas.
Reseñar que actuaciones en un lugar arqueológico, como es el caso, necesitan de una autorización de la Dirección General de Patrimonio, previa redacción de un proyecto y de un estudio arqueológico. Lo sucedido puede ser constitutivo de delito contra el patrimonio cultural. Reseñar que la Junta de Gobierno de Guardamar aprobó que se procediera a reponer a sus estado inicial la zona adecuándose a los protocolos en materia de yacimientos.
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