El equipo de gobierno de Guardamar del Segura se ha reunido con los vecinos de las calles del centro que van a remodelarse en los próximos meses. Las convocatorias se realizaron para dirimir si los residentes del centro apuestan por una o dos líneas de aparcamiento en cada uno de los viales que se van a reurbanizar a través del Plan Confianza.
La alcaldesa, Carmen Verdú, el concejal de Obras, Jesús Huertas y un técnico municipal, se dieron cita en el salón de plenos el pasado lunes con el objetivo de informar sobre los plazos y las acciones a llevar a cabo por parte de la empresa adjudicataria del proyecto.
En concreto, las actuaciones aprobadas durante el mandato de Marylène Albentosa se centran en la calles Doctor Luis Rivera, Miguel Hernández, San Eugenio y San Francisco. Un proyecto que empezará el próximo mes de septiembre y del que urge decidir la nueva fisonomía de las aceras y de los espacios para el estacionamiento de vehículos. Por otra parte, los residentes de la calle San José tienen un plazo mayor al retardarse el inicio de la reforma al mes de octubre.
Verdú explicó que «vamos a dejar a los vecinos que decidan si quieren una o dos líneas de aparcamiento, independientemente de lo que se haya establecido en el proyecto». En la anterior legislatura los vecinos ya expusieron sus quejas ante la propuesta de eliminar una de las líneas de aparcamiento en las zonas aledañas a la iglesia parroquial. En este caso se prevé que no haya problema para mantener a ambos lados de los viales plazas, ya que «las calles son anchas y las aceras pueden ser de dos metros», confirmó la alcaldesa.
La idea planteada por el gobierno del PP es que cada residente afectado por la reforma de sus calles manifieste su postura mediante un escrito que se puede firmar en la oficina municipal de Gestión del Territorio. Aunque un funcionario visitará todos los domicilios para que los residentes firmen su acuerdo a desacuerdo mostrando antes su DNI para acreditarse.
Desde el PP siempre se ha defendido la creación del mayor número posible de plazas de aparcamiento, como así mostró su postura la candidata Verdú antes de las pasadas elecciones municipales. La ahora portavoz de la oposición, Marylène Albentosa, tuvo incluso que recular en uno de los proyectos que suprimía una zona de estacionamientos.
Estas remodelaciones, comprendidas dentro del Plan Larramendi, suponen una segunda reforma a las calles restauradas del centro neurálgico. La primera en acometerse es la denominada Vicente Ramos, que se inició a mediados de mes y que coincidirá en el tiempo con Miguel Hernández y Doctor Luis Rivera, y más tarde San José. El único de estos viales que afectará al mercadillo semanal es Vicente Ramos, que interferirá en una zona de las paradas que colocan los mercaderes, no en vano una gran parte del centro se cortará al tráfico con los consiguientes problemas de circulación. Para las próximas semanas se aconseja utilizar el aparcamiento de La Redonda, finalizado hace unos meses, y que se encuentra muy cerca del centro.
El espacio para los vehículos preocupa a los guardamarencos del centro, donde apenas hay edificios con cocheras y donde las casas de planta baja o con pocas alturas todavía son mayoría frente a los bloques de pisos.
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