sábado, 19 de marzo de 2011

El nuevo deslinde dunar de Costas evita la demolición de gran parte de las viviendas

Los problemas del deslinde que propuso Costas al Ayuntamiento guardamarenco y que no satisfizo ni a la adminsitración local ni a los particulaers afectados parecen que vislumbran la salida del túnel.
El director general de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Pedro Antonio Ríos, visitó ayer a la alcaldesa guardamarenca, Marylène Albentosa, con una propuesta que a tenor de las congratulaciones que se repartieron mutúamente ha satisfecho al Consistorio que preside la primer edil socialista.
En esencia la propuesta que desgranó el representante ministerial consiste en variar la zona del deslinde para dejar fuera a la inmensa mayoría de casas y bloques de pisos que se quedan pegados al espacio dunar que era objeto de protección con la propuesta inicial, de tal manera que la afección sobre esa zona construida queda en mínimos.
Cabe recordar que en un primer borrador se incluía dentro de los límites protegibles los bordes de esa masa vegetal que Costas quería meter dentro y que ahora se queda fuera.
El director general expuso que esa propuesta se basa en un estudio geomorfológico elaborado por una empresa consultora que ha fijado que la zona más próxima al borde urbano deja una franja de exclusión alrededor de la zona de servidumbre con el espacio dunar, «pero el deslinde deja de afectar a las casas que estaban englobadas en una primera fase del estudio», indicó el representante gubernamental. Asimismo reseñó que los estudios municipales y determnadas alegaciones presentadas al deslinde original han servido de base para reconsiderar los estudios previos.
Así las cosas Ríos se remitió a lo que han determinado los técnicos ambientales y explicó que consideran que se puede excluir lo que denominó «la estructura urbana consolidada» y que afectaba a calles, viales, bloques de viviendas y casas de la zona baja del casco urbano guardamarenco.
El motivo esencial es a grandes rasgos que en esa zona se ha comprobado que el borde dunar está muy deteriorado por el paso del tiempo y las afecciones de décadas, por lo que no se ha estimado como necesario de establecerle grado de protección alguna.
La decisión que se ha tomado desde la cúpula ministerial se ha trasladado a la diercción provincial de Costas en Alicante y según la alcaldesa y el director de sostenibilidad costera «es fruto del interés y el trabajo que han desarrollado muchas personas en diversos niveles».
Ríos describió como «compatible» la protección de las dunas con los intereses del municipio y las propuestas privadas, «ya que se ha respetado los derechos consolidados previos».
El director general indicó que la propuesta que desbloquea el conflicto se consolidará como proyecto «en el plazo máximo de un mes» y no supo cuantificar cuantos metros ni viviendas se ven afectadas por la modificación a mejor del deslinde.
Además la resolución al conflicto, que incluso consiguió aunar a la Corporación en pleno respecto al rechazo al proyecto, le dio pie para ahondar en las bondades de la Ley de Costas, de la que dijo que deja «márgenes suficientes como para ofrecer las soluciones que satisfagan a todos los implicados» y defendió la sostenibilidad de un espacio singular que sí que ha recibido diversas inversiones por parte de las administraciones central y municipal.
La variación del proyecto, matizó el director general, no significa que se queden en zona de nadie y fuera de control las casas que están en esa primera línea, ya que destacó que éstas deben atenerse «a lo que marque el planeamiento urbanístico municipal vigente y el resto de leyes que les sean aplicables».
La alcaldesa por su parte, se mostró satisfecha por que se resuelva un problema enquistado en la localidad y dijo que de nuevo volverá a ver reuniones con los colectivos vecinales afectados por el deslinde para explicarles las variaciones que ha aportado el ministerio, y si siguen los problemas y en qué medida, aunque auguró que éstos se quedan solventados en un 99%.
Albentosa se congratuló porque el nuevo proyecto reduce los niveles de afección «al mínimo que ha sido posible» y manifestó que si no fuera así «seguiríamos demostrando que somos capaces de defender nuestros intereses y el de los ciudadanos».

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