Querida playa: soy un ciudadano gallego que lleva varios años pasando el estío por la Comunidad de Murcia, que cuida sus playas a conciencia. Vengo escapando de las lluvias y brumas estivales de mi tierra, que la hizo Dios con paisaje pero sin cielo. Ahora cambié de Comunidad, vine a la Valenciana, en la que llevo dos años pasando el verano en Guardamar del Segura. Soy, con mi familia, asiduo a ti, la playa de las Dunas, que unes con Santa Pola. Pero querida playa, estás abandonada de la mano del Creador. Para ir desde la carretera a ti, tengo que pasar un camino polvoriento, dejo el auto blanco cada día. Voy con un turismo por unos socavones de cuidado, algunos superan el medio metro. Paso por unos estrechos «puentes» construidos para otra causa y que ahora vamos los veraneantes en automóvil. Hay después de una nave industrial un agujero de alcantarilla que lleva dos veranos tapado con unos «palés» de madera por algún agricultor caritativo de la zona. ¿Sería mucho pedir, querida playa, tú que estás tan concurrida de pescadores y bañistas, se tapara, pero ya, con un metro cúbico de zahorra aquellos socavones y después que se te asfaltara el camino, se construyeran puentes en condiciones para pasar las acequias y en las inmediaciones tuyas, en aquel enorme erial de polvo donde se aparcan los autos, se asfaltara asimismo? Y en el espigón se ubicara una ducha para los bañistas.
Sé que te pido mucho, querida playa, estamos en tiempo de crisis, aunque el año pasado no estábamos y seguías igual de abandonada. Haz el favor de indagar con quién hay que hablar que, dados los tiempos que corren, yo pago un traje. Eso sí, moda gallega, que es mejor y más barata.
José V. Ónega Carrera
Diario Informacion 14/07/09
martes, 14 de julio de 2009
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