Unos sesenta regantes acudieron ayer a la junta general del Juzgado Privativo de Aguas de Guardamar del Segura, presidido por la alcaldesa, Marylène Albentosa, para decidir si se suman a la modernización del regadío o si se quedan, de momento, con el tradicional riego "a manta". Las nuevas infraestructuras para el goteo, que han costado 4,3 millones de euros, han sido sufragadas por el Ministerio y la Conselleria de Medio Ambiente y, en contra de lo que ocurre en otras zonas, el Ayuntamiento ha pagado la parte que correspondía a los regantes.
Albentosa explicó que "las obras han sido recepcionadas por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa, dependiente del Ministerio), la balsa está llena y las tuberías colocadas y ahora es el momento de que los agricultores que quieran se sumen a la modernización del riego". La única preocupación, admitió, son unos tubos viejos no cubiertos por la garantía de dos años y que podrían no aguantar la presión.
Desde ahora, los 25.000 euros anuales que el Ayuntamiento aportaba para pagar al celador o al secretario se destinarán al mantenimiento del goteo, lo que significa que los regantes tendrán que reasumir aquel pago y que todos ellos, rieguen por goteo o no, contribuirán a la conservación de la nueva infraestructura, igual que asumen conjuntamente los gastos del sistema "a manta" también los propietarios de parcelas abandonadas (riego al que no renuncian los que se modernizan).
La diferencia es que, quienes quieran subirse al carro del goteo, tendrán que costear su enganche y el agua que consuman, costes que se calificaron de "mínimos" y que conocerán al detalle al acabar febrero, cuando sepan entre cuántos dividir.José Manuel Carrillo, ingeniero agrónomo y director de la obra, respondió preguntas sobre la capacidad de los embalses (en total, 120.000 m3) o la calidad del agua, que defendió en base a continuos análisis y a la declaración de impacto ambiental, aunque otros dijeron que supondrá un gran gasto en abono químico contra el boro. También argumentó que los árboles viejos pueden adaptarse al goteo progresivamente. Se vio en la sala el choque entre los regantes de mayor edad (a veces reticentes a asumir una inversión que no están seguros de llegar a rentabilizar) y los jóvenes herederos, que sin experiencia ni tiempo buscan sistemas cómodos, como el goteo, su única opción de mantener los campos. De hecho, quienes ya lo usan gastan en el gasoil de un mes lo que les costará ahora un año.
Para la sesión de 2010 quedó en el aire la contratación de un seguro contra actos vandálicos y una posible revisión del sistema de pago para pasar de calcular en base al número de tahúllas al número de tomas.
Diario Informacion 02/02/09
lunes, 2 de febrero de 2009
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