Las dos formaciones políticas hegemónicas de la Comunidad Valenciana, PP y PSPV, mantuvieron ayer otro mano a mano en su clásico enfrentamiento a cuenta del agua. En este caso, el objeto de la polémica fue la supuesta caducidad del trasvase Tajo Segura, recogida en el Estatuto de Castilla-La Mancha. Socialistas y populares coinciden ahora en la defensa de la transferencia, vital para las comarcas del sur, y de ahí su apoyo a la manifestación del próximo miércoles en Murcia. Pero ambos partidos mantienen su guerra de acusaciones sobre su posible fin.
PSPV y PP eligieron el mismo escenario, el municipio de Guardamar del Segura, para explicitar su apoyo a la manifestación. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, celebró una reunión con sus alcaldes de La Vega Baja en la casa de la Cultura. Dos horas mas tarde, el consejero de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, hacía lo propio con los regidores populares en la desembocadura del río.
Alarte criticó la debilidad del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, frente al criterio de la líder del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, a favor de la caducidad del trasvase. "La tremenda crisis institucional que atraviesa la Comunidad deja a Camps en una posición de debilidad frente a la imposición de De Cospedal", afirmó el líder de los socialistas valencianos. "El PSPV no acepta que el trasvase Tajo-Segura se considere innecesario, ya que ello sería un insulto a los intereses del sector y de mucha gente que necesita ese agua", añadió.
Mientras, García Antón recordó al PSPV que "ha tardado cinco años en darse cuenta de que el agua es fundamental". El consejero volvió a responsabilizar al presidente del Gobierno de un posible final del Tajo-Segura: "Ha desarrollado una nefasta política para dejar sin agua a Alicante, Murcia y Almería".
El Pais 15/03/09
domingo, 15 de marzo de 2009
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