viernes, 26 de diciembre de 2008

Cena solidaria

Quince voluntarios de Cruz Roja, en colaboración con Cáritas, Servicios Sociales y la Asociación de Restauradores y Hoteleros de Guardamar, organizaron la cena de Nochebuena de 31 personas en situación de vulnerabilidad, desde indigentes a solitarios en una experiencia que marcará sus vidas.

REDACCIÓN / M. A. El caldo con pelotas, la lubina con patatas, el pollo al horno, la lasaña, el marisco, el embutido, el tiramisú o los dulces navideños que se sirvieron en Nochebuena fueron mucho menos importantes que la compañía y el cariño que los voluntarios dieron a estas personas, algunas en situación de desamparo y otras en plena indigencia. Este es el segundo año consecutivo que Cruz Roja realiza esta actividad en Guardamar donde cuenta con muchos apoyos y, en especial, con la solidaridad de los empresarios de la restauración y hoteleros que entienden a la perfección el mensaje de esta noche de paz y facilitan absolutamente todos los comestibles.

En esta actividad destaca la labor de preparación que lleva a cabo la presidenta, Adelaida Plaza, junto a su junta directiva.Al final el mensaje se cumple y todos participan de una cena de confraternidad donde no falta ninguno de los ingredientes de la Navidad, en especial, el amor y el cariño del prójimo, algo muy importante para aquellos que viven en soledad. HijosCarla Vera, miembro de Cruz Roja, recordaba la importancia que estas personas dan, principalmente, a sentirse queridas y acompañadas en una noche tan especial, "yo estuve con un matrimonio que no tiene hijos y sí, esta es una experiencia muy enriquecedora, pero sobre todo para los voluntarios que dejan a sus familias en un día tan especial por este motivo".
La organización no fue fácil porque las 31 personas que se beneficiaron de este acto de humanidad y solidaridad pertenecían a colectivos muy distintos. "A algunos indigentes les llevamos la comida hasta el lugar en el que se encontraron pero prefirieron no acercarse a la Asamblea Local (de Guardamar).

A otros invitados, con problemas de movilidad, tuvimos que llevarlos o bien acercarles a sus casas la cena y acompañarlos durante algunos instantes", recordaba ayer esta miembro de la institución benéfica internacional.Carla se ha quedado con el recuerdo de Cándida, una mujer que junto a su marido, celebran la Nochebuena en soledad porque no tienen hijos pero que sintieron esa noche a los voluntarios como si fueran suyos. El compromiso de Cruz Roja y el respaldo y apoyo de otros colectivos garantiza que esta actividad se siga realizando en próximos años.

Diario Informacion 26/12/08

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