La reunión entre la alcaldesa de Guardamar del Segura, Carmen Verdú, los vecinos de la playa Babilonia y la responsable de Costas, María Auxiliadora Jordá, terminó con la condición de que los propietarios elaboren un proyecto individualizado de cada vivienda.
Así el órgano dependiente del Ministerio de Medio Ambiente dejará que se restauren todas las casas cuyo presupuesto no supere el valor real del inmueble, si bien esta tramitación puede alargarse como mínimo hasta la mitad del verano porque puede demorarse al menos dos meses.
El problema de la Babilonia hace semanas que dejó de afectar solo a los residentes para inquietar a los turistas y guardamarencos, ya que la zona de baño se encuentra acotada hasta que se ponga solución a las viviendas ubicadas en primera línea del mar. La alcaldesa Verdú se reunió para dar una rápida solución porque hasta que las casas no estén aseguradas, no se puede abrir el paso para los vecinos que transitan a diario por la zona.
Los dueños de viviendas tienen que reunirse en asamblea para determinar qué hacer con sus viviendas, y sobre todo para señalar cuáles son las casas que tendrán que ser derribadas. Los últimos temporales han dejado en precario algunos de estos viejos inmuebles construidos sobre las dunas.
Así la reforma no podrá costar más dinero que la casa, por lo que algunos residentes tendrán que dejar paso a las palas. Por el contrario otros afectados podrán arreglarse los porches y las grietas que presentan sus casas.
Los técnicos de Costas y los del Ayuntamiento realizarán informes de cada una de las viviendas más afectadas, aunque antes los dueños tienen que realizar un proyecto previo de reforma avalado por un arquitecto. Se trata de que las casas tengan las condiciones mínimas de habitabilidad hasta el 2018, fecha en la que se acaba la concesión administrativa que tienen.
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